ciberbullying ¿Qué es el Ciberbullying?
Es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas interviene
•Colgar en Internet una imagen comprometida
•Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en un web donde se trata de votar a la persona más fea
•Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales
•Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando su intimidad. •Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen. Enviar menajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual ¿Qué tiene que ver el ciberbullying con el bullying o acoso escolar? No son tan similares como podría pensarse. En ambos se da un abuso entre iguales pero poco más tienen que ver en la mayoría de los casos. El ciberbullying atiende a otras causas, se manifiesta de formas muy diversas y sus estrategias de abordamiento y consecuencias también difieren. Sí es bastante posible que el bullying sea seguido de ciberbullying. También es posible que el ciberbullying pueda acabar también en una situación de bullying,
Es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas interviene
•Colgar en Internet una imagen comprometida
•Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en un web donde se trata de votar a la persona más fea
•Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales
•Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando su intimidad. •Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen. Enviar menajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual ¿Qué tiene que ver el ciberbullying con el bullying o acoso escolar? No son tan similares como podría pensarse. En ambos se da un abuso entre iguales pero poco más tienen que ver en la mayoría de los casos. El ciberbullying atiende a otras causas, se manifiesta de formas muy diversas y sus estrategias de abordamiento y consecuencias también difieren. Sí es bastante posible que el bullying sea seguido de ciberbullying. También es posible que el ciberbullying pueda acabar también en una situación de bullying,
El fenómeno del bullying ha llegado a internet, aumentando los espacios donde un niño puede ser agredido. Para evitar estas conductas, tanto sectores públicos como privados han comenzado ya campañas prevención y reglamentación del fenómeno.
El fenómeno del hostigamiento físico y psicológico entre los escolares no es algo nuevo ni en el mundo ni en el país. Sin embargo es recién en las últimas décadas que el bullying, como se le conoce popularmente a este fenómeno hoy en día, ha sido objeto de análisis por los especialistas de las diversas disciplinas educativas, pudiendo definir ciertas pautas y conductas características del bullying como son el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuo que recibe un niño por parte de otro niño o de un grupo. De esta forma el niño es sometido y abusado, por una repetición continuada de las burlas y las agresiones que pueden provocar hasta la exclusión social de éste.
El acceso masivo que tienen hoy niños y jóvenes a plataformas masivas ha tenido como consecuencia que, fuera del uso beneficioso en términos educativos que estos medios puedan tener, también se usen para continuar el bullying a través de blogs, flickrs, facebook o fotologs que los niños pueden continuar como víctimas o victimarios fuera de las salas de clases, logrando consecuencias mayores en tanto estas conductas se repiten una y otra vez fuera de las salas de clases, en completa impunidad y anonimato. Es así que infames videos como el tristemente famoso “Wena Naty” o el de la escolar de Quellón, han debido ser investigados al mostrarse escenas que pueden ser catalogadas como pornografía infantil, al aparecer menores de edad como también debido al daño irreparable que han dejado en sus afectados.
El fenómeno del hostigamiento físico y psicológico entre los escolares no es algo nuevo ni en el mundo ni en el país. Sin embargo es recién en las últimas décadas que el bullying, como se le conoce popularmente a este fenómeno hoy en día, ha sido objeto de análisis por los especialistas de las diversas disciplinas educativas, pudiendo definir ciertas pautas y conductas características del bullying como son el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuo que recibe un niño por parte de otro niño o de un grupo. De esta forma el niño es sometido y abusado, por una repetición continuada de las burlas y las agresiones que pueden provocar hasta la exclusión social de éste.
El acceso masivo que tienen hoy niños y jóvenes a plataformas masivas ha tenido como consecuencia que, fuera del uso beneficioso en términos educativos que estos medios puedan tener, también se usen para continuar el bullying a través de blogs, flickrs, facebook o fotologs que los niños pueden continuar como víctimas o victimarios fuera de las salas de clases, logrando consecuencias mayores en tanto estas conductas se repiten una y otra vez fuera de las salas de clases, en completa impunidad y anonimato. Es así que infames videos como el tristemente famoso “Wena Naty” o el de la escolar de Quellón, han debido ser investigados al mostrarse escenas que pueden ser catalogadas como pornografía infantil, al aparecer menores de edad como también debido al daño irreparable que han dejado en sus afectados.
La proliferación en el último tiempo de videos y fotos en sitios web que dejan en ridículo a alumnos y profesores, sin distinción, ha sido un factor importante en la decisión de los colegios en reglamentar este tipo de situaciones en sus códigos de conducta. Al igual que en Estados Unidos, los colegios han comenzado a prohibir expresamente publicar ofensas contra cualquier miembro de la institución escolar a la que asisten en el mundo virtual, considerados como faltas graves y motivos de sanciones, que van desde la suspensión hasta la expulsión del colegio o la cancelación de la matrícula. Algunos colegios nacionales pioneros en esta materia son el San Luis del Alba de Valdivia, el North American College de Arica y el San Pedro Onolazco de Santiago.
Regulaciones legales
Si bien las regulaciones internas que pueden ejercer los colegios sobre los alumnos sirven, ya hay intentos por poner este tipo de conductas en el tapete legal. Para ello, ya existen propuestas legislativas que pretenden sancionar a toda persona que exhiba o distribuya cualquier material que pueda ser interpretado como conductas de acoso, intimidación, abuso y maltrato físico o verbal a través de internet. Con ese objetivo en mente, el Observatorio Chileno de Políticas Educativas ha propuesto un proyecto de ley que regularía el tema del cyberbullying, agregando un artículo al Código Penal.
¿Cómo prevenir el cyberbullying?
Antes de la reglamentación de esta materia en los códigos escolares, diversas instituciones y organizaciones relacionadas con el mundo escolar, han intentado prevenir el mal uso que niños y jóvenes pueden darle a internet. Por ejemplo, el sitio del Ministerio de Educación, www.internetsegura.cl, intenta implicar a los padres en el manejo que sus hijos pueden darle a estas nuevas plataformas, a través de la información, entregando orientación para evitar comportamientos como el cyberbullying. De esta forma, la participación de profesores y apoderados se posicionan como protagonistas en la educación “virtual” que puedan recibir nuestros niños de hoy.
Regulaciones legales
Si bien las regulaciones internas que pueden ejercer los colegios sobre los alumnos sirven, ya hay intentos por poner este tipo de conductas en el tapete legal. Para ello, ya existen propuestas legislativas que pretenden sancionar a toda persona que exhiba o distribuya cualquier material que pueda ser interpretado como conductas de acoso, intimidación, abuso y maltrato físico o verbal a través de internet. Con ese objetivo en mente, el Observatorio Chileno de Políticas Educativas ha propuesto un proyecto de ley que regularía el tema del cyberbullying, agregando un artículo al Código Penal.
¿Cómo prevenir el cyberbullying?
Antes de la reglamentación de esta materia en los códigos escolares, diversas instituciones y organizaciones relacionadas con el mundo escolar, han intentado prevenir el mal uso que niños y jóvenes pueden darle a internet. Por ejemplo, el sitio del Ministerio de Educación, www.internetsegura.cl, intenta implicar a los padres en el manejo que sus hijos pueden darle a estas nuevas plataformas, a través de la información, entregando orientación para evitar comportamientos como el cyberbullying. De esta forma, la participación de profesores y apoderados se posicionan como protagonistas en la educación “virtual” que puedan recibir nuestros niños de hoy.
Los adultos deben transmitir a los menores la confianza suficiente como para que recurran a ellos en caso de apuro.
No tienen que reaccionar de forma brusca porque eso no ayuda a mejorar las cosas, sino que deben prestar atención a la gravedad y frecuencia del acoso (para tratar de calibrar su magnitud) así como a la manera en que la víctima lo sufre. Apoyar al menor es lo primero de forma que remita su angustia. Luego ya llegará el momento de actuar.
Cuando se dan amenazas graves de daño físico directo el tema debe tomarse muy en serio, máxime cuando nos consta que quien acosa dispone de datos personales concretos del menor como dirección o centro escolar. Recurrir a la policía no está de sobra en estos casos.
No tienen que reaccionar de forma brusca porque eso no ayuda a mejorar las cosas, sino que deben prestar atención a la gravedad y frecuencia del acoso (para tratar de calibrar su magnitud) así como a la manera en que la víctima lo sufre. Apoyar al menor es lo primero de forma que remita su angustia. Luego ya llegará el momento de actuar.
Cuando se dan amenazas graves de daño físico directo el tema debe tomarse muy en serio, máxime cuando nos consta que quien acosa dispone de datos personales concretos del menor como dirección o centro escolar. Recurrir a la policía no está de sobra en estos casos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario