miércoles, 9 de mayo de 2012

Juegos de Cartas: Historia y Orígenes - Naipes - Baraja

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Aunque los orígenes de los juegos de cartas no resultan del todos precisos ni están claros, parece probado que los naipes empezaron, en primer lugar, a emplearse como instrumiento de advinación para convertirese después en un mero entretenimiento popular.
No obstante, podemos asegurar con toda firmeza que esta invención, al igual que los dados y el ajedrez, procede de Oriente.
Sin embargo, son varias las naciones que se atribuyen la invención de este juegoy así los chinos adjudican a su país el origen de la baraja, ya que en el año 1120 empleaban el grabado sobre madera para el estampado de las cartas.
Los hindúes y los persas remontan su invención a los tiempos bíblicos y los árabes usaban la baraja o naib, como la nombraban, en el siglo XIII. Fué seguramente de Arabia donde los caballeros de las Cruzadas conocieron por vez primera este juego y lo introdujeron en Europa, donde no tardó en adquirir carta de vecinidad.
Al parecer, los juegos de naipes comenzaron a practicarse en Europa allá por el siglo XIV, procedentes, probablemente, de Italia. Llegó tal la popularidad y furor de este juego que su uso fué prohibido en muchas naciones.
De hecho, la historia deja clara constancia de que en 1331 esta forma de entretenimiento gozaba de cierto arraigo en España, ya que justamente ese año, Alfonso XI prohibió a los caballeros de la Orden de la Banda por él fundada que interviniesen en partidas de naipes, quienes pasaran sus ocios en el "nefasto juego".
Posteriormente, en 1387, Juan I iría mucho más lejos al prohibir por ordenanza la practica generalizada de los juegos de cartas. Sin embargo, los períodos de persecución y censura no pueden dar al traste con una forma de diversión que podia proporcionar además importantes beneficios económicos.
En 1397, el Preboste de París, Francia, promulgó una ordenaza prohibiendo el uso de la baraja.
Como no podía ser de otro modo, los gobernantes no tardan en darse cuenta de ello y el Estado hace rápidamente acto de presencia en este proceso. Así, en 1543, se estipula que nadie pueda entrar naipes en España para dar, un año más tarde, la exclusiva de ventas al banquero de Medina e imponer, en el siglo XVII, el impuesto conocido como "renta de naipes".
No obstante, ninguna de las limitaciones ni de los controles instaurados impide que, ya en el siglo XIV, los juegos de naipes sean un pasatiempo habitual en España y que en clubes privados, casas particulares y casinos se maten las horas con el método de ocio más popular inventado por el hombre. Por esta razón, a lo largo de estas páginas web nos acercamos, uno por uno, a los juegos de cartas más arraigados, acercándonos también a la simbología y funciones de las cartas como arte adviniatorio. Intentaremos, de este modo, acercar la curiosa dualidad de los naipes. Por un lado, su relación con el ocio y el entretenimiento y, por otro, su estrecha vinculación con el mundo de las supersticiones y la adivinación.

Los Símbolos y Significados de las Cartas

Hay quien asegura que las 52 cartas de la baraja representan las semanas del año; las 12 figuras, los signos zodiacales; las 13 cartas de cada palo, los 13 meses lunares, y los cuatro estaciones. Sin embargo, esta teoría resulta bastante improbable teniendo en cuenta que después del tiempo transcurrido deberían haberse visto afectadas por mutaciones en sus símbolos y formas. Algo más creíble resulta la consideración de que los palos de la baraja tienen significaciones mucho más concretas.
Según este criterio, en la Baraja Española de 48 naipes, divididos en los 4 cuarto símbolos apuntados: Oros simbolizarían el comercio; las Espadas, la nobleza y al ejército; los Bastos, la agricultura o estado llano, y las Copas, la religión. Cada serie es de doce cartas cada una, siendo su numeración del uno (conocido por "As" hasta el doce. Esta última carta y las dos anteriores, o sean el 11 y el 10, se conocen por los nombres de Rey, Caballo y Sota respectivamente.
En la Baraja Francesa (también llamado la Baraja Americana) se compone de 52 naipes, divididos también en cuatro palos que reciben la denominación de Pica, Trébol, Diamante y Corazón.
El símbolismo de estos palos es por el estilo del español, ya que los corazones representan a la Iglesia; los diamantes, como emblema de riqueza, a la aristocracia; los tréboles simbolizan al ejército y las picas a los obreros.

 
Los naipes no solo han sido durante siglos, elementos de juegos y apuestas, sino de adivinación del futuro, al igual que el tarot e incluso los naipes convencionales que conocemos. Conozcamos mucho más sobre uno de los más misteriosos y ancestrales: la baraja española.

La primera vez que vi estos naipes me quedé sorprendida. Una tía los guardaba celosamente en su cajón primoroso y me los mostró. Estaban perfectamente guardados en su caja, la cual parecía recién comprada. Pero lo cierto es que tenían muchos años. Y aunque ella no las utilizaba, las tenía como una especie de recuerdo familiar, pues me contaba que, de niña, sus padres y tíos solían jugar al rocambor bajo las grandes y luminosas lámparas de la vieja casona en que pasó su niñez.
Sin embargo, desde que uno las ve, una por una, intuye que hay mucho más que simple entretenimiento en esta baraja, bastante popular en la época de la colonia y luego sustituida por la baraja inglesa. Con estas cartas quedaron representados los misterios de la vida, los cuatro elementos de la naturaleza y los cuatro caminos que sigue un hombre en la vida. A partir de allí la lectura de nuestros destinos era el paso obligado de estos naipes, en la mesa de los cartománticos más respetados.

Historia de la baraja española

La baraja española tiene su origen hace muchos siglos atrás, el cual se une con todos los otros tipos de naipes: la baraja inglesa, francesa y especialmente el tarot. Los primeros registros de pedazos de papiro, cartón o algún otro material con dibujos y símbolos se recoge en la china del año 600 de nuestra era, en plena dinastía Tang. Se dice que la aristocracia china solía jugar diversos juegos con cartas de tamaño grande y con curiosos ideogramas
Pronto, este sistema de juego se expandió al medio oriente, cambiando de diseños y de significados hasta llegar a Europa en la Edad Media, de manos de los cruzados y los viajeros quienes quedaron fascinados con ellas. Son los habitantes del sultanato de los Mamelucos de Egipto, quienes más influenciaron en el diseño que aún preserva la baraja española: espadas, copas y monedas o pentagramas y que pronto se trasladaría hacia el viejo continente.

Creadas como objetos para el entretenimiento, pronto, comenzó a asociarse con lo oculto. Sus imágenes representaban el orden político social de la época: la sota (o el paje), la reina y el rey. Perseguidos por la Inquisición y la mayoría de gobiernos, las cartas subsistieron bajo lugares secretos en donde se practicaba la adivinación y cada uno de sus símbolos representaba aparentemente la vida y la sociedad de la época, pero en el fondo eran mensajes ocultos de lo que era considerado como pecado o brujería.
Y cada uno de los 4 palos: las copas, bastos, oros y espadas simbolizarían los ejes por el que se movía la vida de los seres humanos de la época: el comercio, la religión, las armas y el cultivo de la tierra. Pronto, los iniciados en el mundo de lo inexplicable encontraron en cada uno de estos naipes la puerta de entrada a los misterios que más han fascinado a los h0mbres, entre ellos, la adivinación.
Se dice por ejemplo, que los cuatro palos de la baraja española representan los cuatro elementos de la naturaleza: el agua, aire, tierra y fuego. También que los arquetipos y paradojas del universo por la que nos regimos todos están representados en ellas y sus combinaciones. Lo cierto es que, cuando llegó a Latinoamérica en el siglo XIX se posicionó como herramienta para predecir el futuro.

La baraja española hoy en día


La baraja que conocemos hoy se compone de 48 cartas agrupadas en cuatro palos: oros, bastos (una especie de mazos) copas y espadas. La versión más conocida de ellas elimina los 8 y 9 de cada uno de ellos. Los últimos números (10, 11 y 12) son los equivalentes a la sota, reina y rey de la baraja que conocemos (la inglesa, de 52 cartas); pero son la sota, caballo y rey.
Estas tres últimas cartas tienen a sus personajes representados de cuerpo entero. Y la carta del As está también presente.
Hay diferentes métodos de tirar las cartas, y los significados pueden variar de acuerdo a las combinaciones que se presenten. Sin embargo, los cuatro símbolos se reconocen hoy en día como proyecciones de los siguientes valores:

  • Copas: amor, familia, temas del corazón y los sentimientos.
  • Espadas: salud, enfermedades, pensamientos.
  • Oros: representan lo económico, la herencia, lo material, los asuntos legales.
  • Bastos: viajes, el trabajo, riqueza, bienestar, inversiones, negocios.
Las sotas, caballos y reyes representan a personas, cada una de ellas con distintas capacidades y habilidades, las cuales, junto con las otras cartas pueden representar al consultante o a personas que la rodean.

Significado de la baraja española en la adivinación

La efectividad de leerse las cartas con esta baraja tiene tras de sí una tradición casi tan milenaria como la del tarot. De hecho, se considera que entre ambas existe un nexo realmente sólido, en el que las representaciones del pensamiento y la cosmovisión del ser humano están representadas.

Consideradas como puertas de entrada hacia lo inexplicable, las cartas se conectan con nuestro subconsciente y energía en donde se halla la clave de la vida en todas sus dimensiones temporales: presente, pasado y futuro. Recuerda que lo que te dicen las cartas no son predicciones unívocas ni rígidamente incambiables, sino que son pautas a seguir para llevar nuestro rumbo de vida por el camino correcto.
Si vas a leerte las cartas, asegúrate de hacerlo con alguien quien tenga trayectoria reconocida y respaldo. Hay muchos charlatanes que se arguyen poseer la sabiduría de la lectura de cartas y no son más que timadores.
Para mi uno de los juegos más divertidos es el mus, donde todos los jugadores tienen que poner al máximo  su astucia y saber apostar para que el rival no le descubra si es un farol a lo que esta apostando. 

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